Estudió en la Academia Gourmet Internacional y desde los 18 años presta el servicio de atención de eventos sociales y catering: gastronomía, decoración, menaje y entretenimiento.
Su experiencia fue el punto de partida para iniciar su trabajo ya que estuvo en hotel Dan Carlton, en el San Fernando Plaza y varios restaurantes. Con ellos aprendió recetas, técnicas y todo lo necesario para crear su empresa de eventos.
Sebastián se encarga directamente de todos los procesos que tiene el evento, desde atender a los usuarios, hasta la entrega del plato. Va a la Plaza Minorista de Medellín a mercar, allí es su lugar preferido porque asegura que ahorra hasta el 40% si lo comprara en otro lugar, además porque es práctico y rápido, no es necesario una factura ni recibo.
Por informal que sea siempre tiene conocimiento con varios meses de antelación de cuáles son los eventos que tendrá por atender, pero algunas veces salen novedades en menos de 24 horas y para atenderlos cuenta con cerca de 20 ayudantes en diversos perfiles, cocineros, meseros, auxiliares, personal de logística, decoradoras, animadores y disc-jockeys.
Estas personas trabajan alrededor de 6 veces al mes con él, en grupos de 8 personas en promedio.
Sus gastos fijos son 600.000 pesos entre el arriendo y servicios, la nómina varía según la cantidad de personas contratadas para ayudar y el tamaño del evento.
Para Sebastián, poder manejar su tiempo, no pagar impuestos, conservar el dinero de impuestos para reinvertir, que nadie le diga nada sobre cómo hacer las cosas, y la posibilidad de dar mejor precio a los clientes, son razones que lo han mantenido como informal.
Asegura que siempre se consideró muy mal empleado, no le gusta que lo manden, no le gusta tener que rendir cuentas a nadie y menos trabajar todos los días. Por eso aprovechó el tiempo que estuvo en los hoteles y restaurantes, para tener su propio negocio y nunca ha tenido que dejar un contrato por no ser formal.
—No me exigen, ni me piden nada en especial, la gente solo exige buen servicio, calidad en el producto. Más que papeles y permisos.
En su inconsciente se ve como un evasor de impuestos, un ilegal y clandestino, piensa que si se formaliza tendría que pagar el mismo porcentaje de impuestos que las grandes empresas, que según el director ejecutivo de Fenalco Antioquia, Sergio Ignacio Soto es cerca del 70%, en las grandes compañías.
No paga seguridad social, ni pensiones, él hace parte de ese 8% y 50% respectivamente de personas que no aportan al sistema, cuando sea mayor posiblemente sea uno de los que el Estado deba asistir, tapando uno de los huecos financieros más grandes del país.
Por suerte él puede recibir atención por medio de su padre, como beneficiario. El joven confía en el sistema bancario y hace muchas de las transacciones por los bancos.
Aunque quiere hacer crecer su negocio, con mayores contratos y sin tercerizar nada, con más reconocimiento en el mercado, ampliar la lista de clientes y atender todo tipo de eventos no piensa formalizarse. Ni siquiera mostrándole una lista de beneficios que anuncia en su portal la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia.
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Acceso a servicios de desarrollo empresarial.
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Acceso a mercados.
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Acceso a créditos y otros servicios financieros.
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Acceso a tecnologías de información y comunicación –TIC-.
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Acceso a programas de fomento de la asociatividad empresarial.
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Participación en eventos académicos sobre temas de formalización, implementación de buenas prácticas y trámites legales.
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Acompañamiento en la consolidación del plan de empresa.
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Orientación para la obtención de los beneficios legales y extralegales para la creación de nuevas empresas y puestos de trabajo formales.
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Formación y capacitación en gestión formal de mipymes.
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Orientación y acompañamiento en la implementación de nuevas herramientas de gestión de mipymes.
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Ruedas de servicios.
Todos los beneficios le parecen buenos, aunque echaría mano de unos porque ya ha solucionado algunos de esos aspectos. Con todo y eso no son los beneficios sino la tramitología que hay que hacer para formalizarse lo que lo desanima de formalizarse, y en eso con cuerda Fenalco quienes señalan que son alrededor de 90 mil normas expedidas en los últimos 15 años que regulan la formalización empresarial, una exageración que merma la competitividad del país y desestimula la formalización empresarial.
Sebastian ha podido aumentar su mercado por los clientes que ha tenido y gracias a sus recomendaciones después de las buenas experiencias en sus eventos.
La estabilidad de un salario fijo, de trabajo permanente y seguridad económica en su vejez son algunos de los motivos por los cuales muchos independientes abandonan la informalidad y retoman el trabajo formal como empleados.
Aunque la mayoría de trabajadores informales en Colombia se ubican en los estratos 1 y 2, lo que se conoce como clase baja, en la clase media también hay trabajadores informales como el caso de Sebastián Álvarez Mejía un joven de 23 años, residente en el barrio Buenos Aires, en la comuna 9 de Medellín. Según su estratificación socio económico es estrato 3 y vive con sus padres y un hermano menor.
Para algunos que lo conocen es un hombre alegre, le gustan las fiestas, aunque bebe poco, y ama a su familia, por eso no se ha ido de la casa pese a que puede independizarse. Su trabajo le encanta porque puede hacer realidad los deseos de sus clientes en fechas muy especiales.